Mantenerse hidratado es muy importante durante actividades físicas de todo tipo. Tanto si eres deportista, aficionado al fitness o al ejercicio, como si eres una persona normal que disfruta con las actividades activas, es fundamental mantener una hidratación adecuada.
Cuando hacemos ejercicio, agotamos las reservas de agua, electrolitos y energía de nuestro cuerpo. Si no se reponen, nuestro rendimiento y nuestra salud en general pueden resentirse.
Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a mantenerte correctamente hidratado y alimentado durante la actividad física.
Bebe mucho antes, durante y después
La regla más importante de la hidratación durante el ejercicio es beber muchos líquidos. Asegúrate de beber mucha agua en las horas previas al entrenamiento y procura dar sorbos cada 10 ó 20 minutos mientras haces ejercicio. Cuando termines, asegúrate también de reponer los líquidos que hayas perdido durante la actividad.
Elige la bebida adecuada
Aunque el agua es una buena opción para muchos tipos de actividades físicas, no es la única. Si participas en un ejercicio más extenuante o sudas mucho, puede que necesites reponer no sólo agua, sino también electrolitos esenciales.
Una bebida para reponer electrolitos puede ser una buena elección si participas en un ejercicio intenso durante más de 60 minutos, o en tenis, baloncesto o carrera en tiempo caluroso. En estos casos, busca una bebida con un buen equilibrio de agua, sodio, potasio e hidratos de carbono. Aléjate de las bebidas azucaradas o con cafeína, ya que en realidad pueden deshidratarte más.
Prueba de la orina: ¿Estás bebiendo lo suficiente?
Una forma sencilla de comprobar si estás bebiendo lo suficiente mientras estás activo es observar el color de tu orina. Si bebes lo suficiente, tu orina debe ser de color amarillo pálido. Si es más oscura, puede indicar que estás deshidratado. Si es así, intenta beber más líquidos para rehidratarte lo antes posible.
Reconoce los síntomas de la deshidratación
La deshidratación también puede provocar diversos síntomas, tanto leves como graves. Algunos síntomas comunes de la deshidratación son sequedad de boca, mareos, dolor de cabeza, náuseas, fatiga y disminución del rendimiento físico.
Si experimentas alguno de estos síntomas, deja de hacer ejercicio y bebe muchos líquidos. Si continúas teniendo síntomas, debes buscar atención médica.
Presta atención al tiempo y a las condiciones
El tiempo y las condiciones en las que realices ejercicio pueden influir mucho en la cantidad de líquidos que necesitarás para mantenerte correctamente hidratado.
Si participas en actividades al aire libre con tiempo caluroso y/o húmedo, asegúrate de beber aún más agua para mantenerte hidratado. Además, las altitudes más elevadas también pueden aumentar el riesgo de deshidratación, así que tenlo en cuenta si practicas ejercicio en zonas montañosas. Asegúrate de vigilar especialmente la hidratación cuando participes en este tipo de condiciones.
Dedica tiempo a la rehidratación y la recuperación
Es importante recordar que la hidratación no es sólo una preocupación antes, durante y después de la actividad. También es crucial que dediques tiempo a rehidratarte y recuperarte por completo después de la actividad. Beber muchos líquidos y comer alimentos nutritivos que favorezcan la recuperación y alimenten el cuerpo te ayudará a recuperarte por completo y a estar preparado para tu próxima actividad física.
Conclusión
Mantenerse correctamente hidratado durante la actividad física es un elemento esencial para el éxito. Si bebes muchos líquidos antes, durante y después del ejercicio, dedicas tiempo a reconocer y tratar los síntomas de la deshidratación, y tienes en cuenta las condiciones del lugar en el que te ejercitas, podrás hidratarte adecuadamente y mantenerte con energía para tus actividades físicas.
Recuerda que una rehidratación y recuperación adecuadas también son cruciales para asegurarte de que estás preparado para tu próxima actividad física, así que asegúrate también de dedicar tiempo a celebrar y recuperar tu cuerpo adecuadamente.